En la mañana de hoy en instalaciones del Convento Franciscano, de la ciudad de Santa Fe, se realizó el encuentro para la firma del Pacto de San Francisco, en apoyo de las propuestas del papa Francisco, del evento participó el Senador Danilo Capitani junto a representantes de distintos sectores.
El objetivo de la iniciativa es adherir a las propuestas expuestas por el Papa Francisco en la Encíclica “Alabado seas” (Laudato si) sobre la urgencia del cuidado del medio ambiente, la justicia social, la paz mundial y la lucha contra el narcotráfico. “Concebir el planeta como patria y la humanidad como pueblo que habita una casa de todos” es el lema de esta cruzada planteada por el Santo Padre a la comunidad mundial.
En relación a la Encíclica Laudato si:
Así comienza la CARTA ENCÍCLICA DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN, en ese hermoso cántico Francisco de Asís nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos.
Nuestro Santo Padre tomó el nombre de San Francisco, incluso en esta encíclica, para encontrar un modelo bello y de inspiración, por la protección a la naturaleza, por la justicia con los pobres, por el compromiso con la sociedad y la paz interior.
Se trata de una invitación urgente: a construir desde el diálogo un futuro mejor, y ese es nuestro desafío, para cada uno de los habitantes de este planeta, de concientizar, de interesarnos, comprometernos, ocuparnos, con nuestros pensamientos y acciones, con nuestro sentir, en revertir la crisis ambiental que vivimos, como dice el Santo Padre:
Necesitamos una solidaridad universal nueva
Y así reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar, porque el clima es un bien común: el buen funcionamiento de los ecosistemas naturales no debería ser alterado por la acción del hombre.
Existe consenso científico en este aspecto, como también resulta preocupante el creciente calentamiento del sistema climático, la falta de acceso al agua potable, fundamentalmente de los más pobres, sobre los cuales el mundo tiene una grave deuda social.
Acerca de la Biodiversidad, los pulmones de la existencia, como lo es el Amazonas, o en nuestra escala provincial el Parque Nacional El Rico, creado por Ley Nacional, o el corredor de la Autopista Rosario-Santa Fe con sus áreas de protección a la biodiversidad, son ejemplos que en nuestra Provincia el poder político ha comenzado a incluir en sus políticas de Estado la cuestión ambiental, como lo ha sido últimamente la nueva ley de tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos “Basura Cero” o la reciente creación del Ministerio de Medio Ambiente.
Sin embargo es necesario invertir mucho más, en concientización, en investigación para entender mejor el comportamiento de los ecosistemas, en la utilización racional de los recursos naturales, en la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, en analizar adecuadamente las diversas variables de impacto de cualquier modificación importante del ambiente y del territorio.
Tomando las palabras del Santo Padre, hoy debemos reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres, por ello es que considero que se necesita una nueva ética que respete las conciencias locales y que se desarrolle en un marco suficientemente próximo al ciudadano, y es bajo este escenario que adquiere relevancia el hecho de que mientras más cerca de la gente estamos, más cerca de las soluciones también.
Se impone una interrelación entre la política, lo técnico y la empresa, entre lo importante y lo urgente, una interdependencia en la cual todos nos veremos beneficiados en un proyecto común, en el camino a un desarrollo sostenible, en pos de una generación no solo con más respeto para con los recursos no renovables, sino con una nueva conciencia mundial.
Nuevos paradigmas sobre Desarrollo Sostenible surgieron de los acuerdos internacionales desde Estocolmo en 1972, la cumbre de Río de Janeiro en 1992, de donde surgió la Agenda 21, el protocolo de Kioto en 1998, luego la Cumbre Mundial en Johannesburgo en 2002 y finalmente en la Conferencia Río +20, en 2012 con la presencia de numerosos líderes mundiales, junto con miles de participantes del sector privado y ONGs, quienes se unieron para dar forma a la manera en que se puede reducir la pobreza, fomentar la equidad social y garantizar la protección del medio ambiente en un planeta cada vez más poblado.
Sin embargo, a pesar de que se ha logrado a nivel mundial aprobar medidas de acción y expresiones de voluntad centradas en cómo construir una economía ecológica para lograr el desarrollo sostenible, reducir la pobreza y cómo mejorar la coordinación internacional para el desarrollo sostenible, lamentablemente la dimensión ambiental no ha logrado alcanzar aún la suficiente prioridad para ser incorporada en las políticas de estado de los líderes del mundo.
Volviendo a nuestro querido territorio de la Provincia de Santa Fe, estos desafíos deben seguir estando presentes en nuestras agendas, este escenario nos reafirma que debemos continuar avanzando conforme al interés general y según el principio de desarrollo sostenible, en este nuevo paradigma en las políticas de protección del medio ambiente, y que en su concepción estratégica superen o trasciendan los intereses de un gobierno en particular, y que se sustente en la investigación científica y la participación ciudadana, en un acertado diagnóstico y en un marco participativo y de consenso de los actores.
La interdependencia nos obliga a pensar en un solo mundo, en un proyecto común a todos, por ello: apreciemos la naturaleza, convivamos con ella, y como dice nuestro Papa Francisco:
Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza.
