Por Virginia Diaz.
De él se podría decir que nació hace un poco más de 49 años, que vivía en Barrancas, no se puede hablar de un lugar en particular, no se puede hacer referencia a una calle, una casa, un número, una dirección, sólo eso: él vivía en Barrancas, él era de Barrancas. Una vez hace años, al pasar lo oí decir que en cualquier esquina podías encontrar a alguien que te cambie la vida para siempre, lo dijo al pasar, por aquel entonces lo encontré hablando solo en el boulevard. Sobre él oí decir muchas cosas. Historias que involucraban un tiempo de una cómoda situación económica, rumores que hablaban de despecho, de antiguas traiciones familiares, todo eso fue dicho en el terreno sombrío, poco claro en el que se comentan ese tipo de cosas. Él solía aparecer en cualquier esquina, en cualquier momento. Había ocasiones en las que erguía la cabeza y gritaba a viva voz, en ese tono en el que se dicen las más grandes verdades. Gritaba sus verdades y hacía que uno sintiera una especie de admiración y de envidia por su capacidad de vociferar todo aquello que lo atormentaba, vociferaba sin miedo a nada. Otras veces, sereno, surgía de la nada misma con calma, como si despertara de un profundo letargo. En estas oportunidades, tranquilo podía hablar de sus épocas de estudiante, recordaba y citaba de memoria el código de comercio y hasta se atrevía a hablar de amor. A él lo recuerdo sentado en la plaza una mañana, bajo un cielo gris, solo, tomando mates. Recuerdo que una vez oí a alguien decir "Chupáte, basura" a la vez le extendía un billete. En esa oportunidad sentía asco por la frase que acompañaba al billete. Oí decir cientos de cosas sobre él pero nunca oí decir su nombre, Talo, Talo Bernal y nada más, después de todo algunos apodos logran trascender. Hoy oí decir que Talo murió y en ese momento sentí que el frío caló hondo en mis huesos. Siempre es una noticia triste la muerte. Siempre pensé que todos morimos un poco con cada invierno que se avecina y hoy tristemente le tocó partir a él. Hasta la próxima Talo, salud!
