En una audiencia que duró un poco más de tres horas, el juez de la Investigación Penal Preparatoria, Héctor Candioti, ordenó la prisión preventiva para Juan Carlos C. (63), propietario del bar nocturno Místico –San Martín al 2700–, el cual fue allanado el sábado pasado por efectivos de la Agencia de Investigación sobre Trata de Personas.
La orden partió luego de que el fiscal que investiga la presunta promoción y facilitación de la prostitución en aquel bar, Omar De Pedro, solicitó el encierro del imputado. Por su parte, el acusado buscó defenderse a través de su testimonio, mientras que su abogado defensor, Rodolfo Mingarini, ofreció una serie de medidas alternativas. El magistrado escuchó a las partes y con total decisión optó por la detención del comerciante de la noche santafesina.
Un cúmulo de datos
Durante la audiencia, el fiscal De Pedro y su adjunta –María Lucila Nuzzo– expusieron una serie de evidencias presentadas, que fueron suministradas por la Agencia de Trata, la cual comenzó a investigar la posibilidad de que en el bar "Místico" existan los medios y oportunidades para ejercer la prostitución.
En este sentido, De Pedro destacó un trabajo de campo efectuado por el personal policial donde expuso la forma en que se manejaba el local. Indicó que en el ingreso había que abonar una suma de $100 y que dentro del mismo se realizaban shows eróticos. A su vez, señaló que había mujeres que ofrecían servicios sexuales y que para que estos se puedan concretar, el cliente tenía que comprar copas. Seguidamente, el cliente debía dirigirse con la mujer hacia un hotel céntrico para mantener relaciones sexuales por un tiempo de media hora.
A esta versión, el funcionario del MPA leyó una serie de declaraciones tomadas a mujeres que se desempeñaban como bailarinas. Las mismas narraron sobre cómo funcionaba el local nocturno que abría sus puertas los jueves, viernes y sábados.
Entre otras de las evidencias presentadas por los investigadores, se detalló que en un cuaderno –color rojo– figuraba una lista de nombres que serían de las presuntas bailarinas de Místico. Ante ello, De Pedro expresó que el titular del local no tenía ningún interés en realizar un cuidado de sus empleados. "Lo que estaba cuidando era el negocio y no las mujeres", dijo.
En torno a otras aristas de la investigación, el fiscal ratificó que el local no contaba con su correspondiente habilitación municipal. A ello también agregó que el suministro de energía eléctrica había sido dada de alta en el 2012 pero luego fue dada de baja en el 2014, por lo que se estima que la instalación del local habría estado enganchada.
"Me piden poder bailar"
Previo a comenzar a ser defendido por su abogado del Servicio Público de la Defensa, Juan Carlos C., pidió la palabra y trató de explicar cómo era el funcionamiento del bar. En primer término, aclaró que en el lugar no había víctimas, sino "bailarinas".
En relación al tipo de clientes dijo que el público era amplio "van mujeres con sus novios que no tienen nada que ver con el sexo", explicó. Sobre la acusación que pesa en su contra, el imputado se defendió y aclaró "se me acusó a mi de incitación al sexo cuando yo lo único que hago es mantener una fuente de trabajo para personas que me piden por favor que les dé trabajo". En esa línea, indicó "yo les doy la posibilidad de bailar, no les exijo nada. Si quieren bailar con el traje, bailen, si quieren desnudarse, desnudense". "Hay un montón de variedad de gente que integra a veces el staff y que lo saca del contexto del típico burdel o cabaré proxeneta a donde se intenta llevar al bar Místico", agregó.
Siguiendo con su relato, el acusado reiteró que él solo ofrece el lugar a las mujeres para que bailen y nada más. "Una vez que salen del negocio, no sé lo que hacen", aseguró. Por último sentenció: "Si vamos a hablar sobre facilitación, vayamos al Casino y a sus hoteles que tanta protección tienen. Yo personalmente lo he visto", destacó.
"Místico es un emblema. Antes tenía su reservado pero desde que yo lo abrí se transformó en un bar. Seguimos con el caño que es normal. Lo hace Tinelli", concluyó.
Otra medida
Una vez concluido el relato del imputado, su abogado defensor volvió a negar que en el lugar se haya ejercido la prostitución. "Este lugar no es un prostíbulo ya que allí no se realizan los actos sexuales", afirmó. "Si estas chicas ejercen la prostitución lo hacen por fuera de mi defendido", expuso. Por esta razón, ofreció al juez Candioti que se revoque el pedido de prisión preventiva y se realice una alternativa ya que Juan Carlos C., no cuenta con antecedentes penales, con lo cual solicitó que se fije un domicilio legal en la ciudad de Coronda –de donde es oriundo– y quede a la guarda de sus hijos. Además, brindó la posibilidad de que se cierren definitivamente las puertas de Místico y que se presente en la Fiscalía para dejar por sentado su cumplimiento con el proceso penal. El juez Candioti no avaló la medida propuesta por la defensa y ordenó la prisión preventiva.
Irá a la cárcel, pero su pareja quedará con la domiciliaria
El acusado de cometer el delito de promoción y facilitamiento de la prostitución, Guillermo P. de 53 años, quien fue allanado el sábado pasado por la Agencia de Trata de Personas en su local de 25 de Mayo y Lisandro de la Torre –El Stud– quedó con prisión preventiva en la jornada de ayer. La medida fue dispuesta por el juez de primera instancia, Nicolás Falkenberg.
Todo se debió a un acuerdo celebrado entre el fiscal Omar De Pedro y el defensor particular del acusado, Nestor Oroño donde el imputado aceptó la prisión preventiva y no se opuso a la medida. A su vez, la pareja del acusado, quien también se encuentra imputada por el mismo delito –V. G. G. de 34– fue liberada y obtuvo el beneficio de arresto domiciliario ya que según indicó Oroño, la mujer tiene varios hijos y uno de ellos padece de una enfermedad por lo que necesita del cuidado de su madre. Por tal motivo, se ofreció como guardador el cuñado de la mujer para así controlar que se garantice el arresto domiciliario.
Por Juan Ignacio mendoza para Diario Uno
