Opinión
Por: Agustín Alarcón
Política Argentina
Los programas de televisión de análisis político se la pasan hablando sobre las hojas del árbol, en vez de hablar sobre la raíz.
Hay que sentarse a hablar sobre qué modelo de país queremos.
El odio por Cristina o por Macri anulan cualquier posibilidad de conceder un debate político. Hablar desde el odio o desde el amor no aporta fundamentos que expresen coherencia, por el contrario; nos conducen a riñas inútiles, chicanas, y discusiones vacías de sentido.
Las discusiones vacías suelen compartir temas como las causas judiciales que recaen tanto en Macri como Cristina, y este asunto sólo lo resuelve la Justicia, a través de pruebas concretas; no por medio de condenas mediáticas.
La grieta divide en dos a los que odian dos figuras de la política argentina. Y con aquellos que reproducen desde el odio, no se puede discutir; porque el odio es una de las barreras que impiden el diálogo. Sólo si hablamos desde el pensamiento y la inteligencia, compartiremos ideas y proyectaremos un camino entre todos.
Los programas sobre asuntos políticos han proliferado en los últimos años, lo llamativo es que de lo que menos se habla es de política. Se puso de moda que los relatores de fútbol se transformen en conductores de programas de televisión pero, para hablar de política es necesario debatir qué modelo de país nos integra a todos.
La pregunta fundamental que nadie se hace es ¿cuál es el proyecto de país que va a generar las condiciones necesarias para que los ciudadanos dispongan de mayores posibilidades para el desarrollo en términos económicos, intelectuales y humanos? El primer paso es mirar cómo hacen los países que ya llegaron al objetivo; hay que mirar a los países nórdicos.
¿Cómo hace Finlandia, Dinamarca, Noruega?
Lo que hacen son políticas de Estado. Intervienen en la economía para evitar los desquilibrios y fomentar la competencia leal y garantizar la equidad social. Asimismo, la intervención del Estado es fundamental para proteger a los consumidores ante los monopolios. Necesitamos preguntarnos ¿cómo hicieron los países ricos para convertirse en lo que son? El caso de Inglaterra y Estados Unidos se puede resumir en: industrializar el país y proteger a las industrias con medidas proteccionistas hasta que alcancen un grado de competitividad elevado. Necesitamos discutir sobre la educación, la salud, la pobreza, el trabajo, las industrias.
Esto es, para mi, discutir sobre Política.
