Por Agustín Alarcón
Oscar De Blasis es uno de los máximos exponentes del mundo gastronómico en la ciudad de Rosario. Tuvo el privilegio de conocer el mundo y tomar ideas que plasmó en cada uno de sus proyectos.
Ayer por la mañana, mientras disfrutaba de un café en el tradicional bar de Rosario "El Ateneo", de repente, tuve el gusto de compartir una charla apasionante, que se dio de manera totalmente espontánea, con Oscar De Blasis. Hablamos sobre su visión de la Argentina y el mundo; qué piensa sobre la importancia de viajar, y sobre el futuro de este país.
En esta nota me propongo registrar ese diálogo para compartirlo con nuestros lectores. Pero, antes de hablar de ello, es importante mencionar los orígenes de Oscar De Blasis, que lo conectan con nuestro pueblo, Barrancas.
Sus padres: Pocholo De Blasis y Nelli García (sumamente queridos por ser tan cariñosos y bondadosos con la gente) fueron los fundadores de Bar Micro, un lugar tradicional, donde la calidad era lo que prevalecía, otorgando al cliente todo lo que espera de un gran bar.
Una de las peculiaridades de Bar Micro eran las salsas para acompañar sandwiches, por ejemplo, la salsa tártara. Los sábados a la tarde, disfrutar de un pebete era una experiencia única.
La característica principal que representaba era respetar la calidad estrictamente; la manteca era manteca en su máxima expresión, la medialuna era la mejor medialuna, la mermelada era casera con frutos orgánicos que los cosechaban con su propia plantación.
Ir a Bar Micro era ir a sentirse un rey. El Bar representaba calidad porque la familia De Blasis es sinónimo de calidad, tanto en valores humanos como también en conocimiento de la vida; esta cualidad era una extensión que se podía visualizar en Bar Micro, en cada uno de los aspectos.
"Mi mamá fue el alma y el brillo de Bar Micro. Una mujer maravillosa", menciona Oscar.
La gran influencia de raíces de la cultura europea, se traduce en sus costumbres y valores del trabajo. La sangre española e italiana forjaron esas costumbres que no se pierden.
Oscar De Blasis es hijo de esta familia maravillosa, oriunda de la localidad de Barrancas. Su desarrollo fue dado por la pasión hacia la gastronomía, que lo hizo conocer el mundo. Vivió en Palma de Mallorca, según sus palabras: "un lugar privilegiado del mundo". Donde la excelencia se puede sentir en el jamón ibérico, sus playas, su categoría en general.
Todo este conocimiento, cosechado tras sus viajes por las principales capitales del mundo, lo invirtió en diferentes bares y hoteles que se convirtieron en íconos de la gastronomía, la noche bailable y la cultura de la ciudad de Rosario; Savoy, Pan y Manteca, El Ateneo, María, Victoria Bistro, son algunos de los éxitos de Oscar De Blasis.
Oscar heredó el buen gusto de sus padres y se crió en un entorno que lo impulsó a vivir una vida exitosa, idílica, la que toda persona sueña.
Al haber conocido el mundo, hoy con 67 años, Oscar reflexiona sobre su país y confiesa: "en este país no hay retorno. La política ha debilitado la sociedad argentina, tanto en aspectos económicos como en la esfera cultural y de valores humanos".
¿Qué diferencias notas en europa y aquí en argentina?
"En europa si sos emprendedor te dan un préstamo viable para que puedas iniciarlo y el entorno es estable, lo cual, te ayuda a crecer. En cambio, acá en Argentina, ocurre lo contrario; hay un conjunto de cuestiones que traban al emprendedor para que tenga éxito.
¿Cuáles son esas trabas que sufren los emprendedores en Argentina?
La presión impositiva, la inflación, la corporación política, sindical, las leyes laborales, la corrupción y la inseguridad son un combo explosivo. Esto genera las condiciones contrarias al éxito. Además, el clientelismo político, reflejado con la enorme cantidad de subsidios y gasto estatal donde se premia al que está en negro y se castiga al contribiyente".
¿Cuál crees que fue el punto de inflexión que desencadenó esta realidad en Argentina?
"Se han tergiversado los principios que hicieron que la Argentina sea el país más rico del mundo a principios del siglo XX, y se impartieron los valores contrarios; los resultados están a la vista".
"Se hace exactamente todo lo que no hay que hacer para que la gente prospere. Es una tragedia lo que se hizo con Argentina. Estas condiciones adversas para el que trabaja y pone en riesgo su capital, están haciendo que se produzca una fuga de jovenes inconmensurable hacia europa", expresa Oscar.
¿Qué curiosiades te han pasado como emprendedor?
"Me ha pasado, por ejemplo, tener lleno de gente el bar El Ateneo y perder plata, por los aumentos de la mercadería que oscilan brutalmente tanto en la verdura, como en todo lo demás. Uno nunca sabe hasta donde conviene y tiene sentido el esfuerzo en este país. Esto que digo no es solo una opinión, está basado en datos de la realidad, los números no mienten".
Teniendo en cuenta tu opinión sobre la realidad Argentina ¿qué te hace permanecer aquí? ¿Por qué no emprendes un bar en europa?
"Ya tengo 67 años, me tomo la vida de forma distinta. Cada cosa tiene su tiempo. Diferentes cuestiones de la vida me llevaron a quedarme aquí que tienen que ver con los afectos y las relaciones sociales. Pero, en el caso de un joven que quiera crecer siempre es mejor pensar en un país más estable".
"A los jovenes les recomiendo que se vayan a europa, acá no hay futuro".
¿Qué opinas sobre el paso del tiempo y la vida?
"El tiempo pasa y lo que no hiciste en su momento, ya es tarde. El paso del tiempo es uno de los grandes temas que nos atraviesa a todos los seres humanos. Hay que viajar para que ese paso por la vida tenga más sentido y sea más interesante. Uno vuelve renovado, con nuevas ideas y ganas de emprender cuando viaja".
¿Qué le dirías a un joven que quiera un mejor futuro?
"Si te pones a pensar ¿a quien le va bien en Argentina? A los políticos y sindacalistas. Es decir, al sector estatal. El privado está haciendo malavares y nunca llega a tener equilibrio".
"Esta situación es muy estresante a lo largo del tiempo y hace que sea insalubre vivir aquí. Los jovenes tienen que vivir en un lugar donde existan las condiciones necesarias para que el éxito sea algo posible. Acá no están dadas esas condiciones, es un hecho de la realidad que no se discute. Los jovenes tienen que emigrar para tener dignidad.
"Acá se trabaja para ser pobre".
"Nosotros somos Latinos, por eso a los jovenes que quieran viajar a Europa recomiendo que vivan en Italia o España, ya que se van a sentir como en casa. Van a encontrar una vida diferente donde sus proyectos están dados en un marco de estabilidad económica y tendrán mayor posibilidad de crecer", finalizó.
