El intendente de la localidad puntana de La Calera, Diego Lorenzetti (oriundo de Maciel), fue detenido y se negó a declarar ayer ante la Justicia, en un abrupto giro en la investigación por el crimen de su esposa, Romina Aguilar, de 32 años, perpetrado el sábado 30 de enero de este año.
El arresto del intendente de la comunidad de 600 habitantes ubicada a 70 kilómetros de San Luis fue concretado en las últimas horas del martes cuando volvía de una marcha en reclamo del esclarecimiento del asesinato cometido hace un mes.
El lunes se había entregado a la Justicia un jockey que había confesado ante la jueza de la causa, Virginia Palacios, su participación en el homicidio.
El jockey Ediverto de Olivera Pereyra, alias "El Brasilero", era empleado de Lorenzetti, poseedor de caballos de carrera, quien se sorprendió por la detención del jinete. Así lo dejaron trascender sus allegados.
Lorenzetti, santafesino, nacido en Maciel, fue indagado ayer a la tarde por la jueza Palacios y, por consejo de su abogado, Rafael Berruezzo, se abstuvo de declarar y pidió prórroga para la indagatoria.
Según trascendió, Olivera Pereyra habría confesado que él fue quien manejaba la moto en la que se trasladaba la persona que ejecutó a la joven de 32 años el sábado 30 de enero pasado cerca de las siete de la mañana.
El crimen fue resonante aquel fin de semana. Romina Aguilar resultó asesinada cuando se aprestaba a subir a su camioneta Renault Duster frente al portón del garage de su casa, del que había retirado minutos antes el vehículo.
Ahora la Justicia busca a la persona presuntamente autora de los disparos que terminaron con la vida de la mujer.
Lorenzetti había participado el martes a la noche de la marcha organizada en el pueblo para reclamar justicia. A los minutos de volver a su casa, y mientras estaba con su hijo de 16 años que también lo había acompañado a la marcha, le llegó la noticia: la jueza Virginia Palacios había ordenado detenerlo con el propósito de establecer si tuvo algún tipo de vinculación con el crimen.
El funcionario comunal fue apresado por una brigada de la división Homicidios que viajó a la localidad del Departamento Belgrano, ubicado a 80 kilómetros al noroeste de San Luis, una vez que recibió la orden de la jueza.
La jueza Palacios relató ayer a un programa de radio local que el primer detenido ya venía siendo investigado desde los primeros días de febrero en el ámbito de las hipótesis barajadas.
Los hechos se precipitaron tras un allanamiento en un taller donde se encontró una moto que respondía a las características brindadas por los testigos.
"El brasilero" se presentó espontáneamente y luego de entrevistarse con la jueza, se dispuso su detención bajo el cargo de homicidio calificado.
En la entrevista radial, la magistrada reveló que el brasileño había admitido su participación en el crimen pero en forma "atenuada".
"Fue el fruto de un trabajo arduo", dijo la jueza al programa "Crónica del día" de Radio del Plata San Luis.
Una de las primeras hipótesis, vinculó el crimen de la joven como una suerte de ajuste de cuentas por presuntas deudas de juego y apuestas de su esposo.
Pese a todo, el intendente de La Calera y su abogado siguen insistiendo en afirmar que el asesinato fue ejecutado por sicarios en el marco de razones de tipo "políticas".
Según el abogado del intendente, Rafael Berrueso, "El brasileño" habría dado a la jueza varios nombres de personas que para él estarían involucradas en el crimen. "Habría transcripciones de escuchas telefónicas y mensajes de textos que vincularían a Lorenzetti con Oliveira de Pereira. Pero vamos a ver, tengo que estudiar el expediente".
“La mandaron a matar”, dijo Lorenzetti aquel día
El sábado 30 de enero Romina Celeste Aguilar (32), quien en un primer momento se dijo que estaba embarazada y después no surgió en la autopsia, salía de su casa temprano por la mañana cuando dos hombres armados que circulaban en una moto la sorprendieron, la tomaron de la ropa, la arrastraron por el suelo y le dispararon entre dos y cuatro veces. Murió en el momento.
Romina, con sus estudios primarios incompletos, viajaba todos los sábados a las siete desde la ciudad de San Luis a La Calera para asistir a las clases del programa PIE. El matrimonio, desde hacía un tiempo, repartía su vida entre una casa en La Calera y esta en San Luis.
Esa misma tarde su esposo, Diego Lorenzetti, declaró: “Se levantó, sacó la camioneta y cuando fue a cerrar el portón la ejecutaron. La mandaron a matar. Eso se me puso en la cabeza y no me lo saca nadie”.
El intendente nacido cerca de Rosario, en la localidad de Maciel, hace 38 años, confesó que días antes del crimen había recibido amenazas telefónicas. “Pensé que eran para asustarme, no le hice caso y la liquidación es esta: ella se fue por culpa mía, eso no hay dudas”.
A la hora de buscar un motivo, expresó: “En dos años tuve un crecimiento muy grande en mi departamento por mi gestión, y a algunos eso no les caía bien. Hay cosas que no puedo hablar, pero ya di nombres a la jueza”.
El intendente pertenece al partido de los Rodríguez Saa, Compromiso Federal, y está enfrentado con una familia que milita en la misma agrupación y que ocupó la intendencia de La Calera antes que él. “Yo apoyé al candidato que ganó ampliamente en Nogolí y ese fue el detonante, ahí se complicó todo más”.
Lorenzetti dejó Maciel a los 19 años cuando escuchó que en San Luis había trabajo por la promoción industrial. Ingresó a una cementera instalada en La Calera, siendo contratado con casa y comida, lo que le permitía girar dinero a Santa Fe para ayudar a su madre. Se quedó para siempre en La Calera, pueblo al que adoptó como suyo. Al poco tiempo, conoció a una chica de 14 años: era Romina, quien quedó embarazada y nació un varón que ahora tiene 16 años.
Fuente: La Capital
